Tigre y Dragón

Mi humilde predicción es que dentro de veinte años el mundo pertenecera a su pueblo y al mío. Seremos los hombres amarillos y los marrones quienes estemos en lo alto de la pirámide y gobernaremos el mundo entero.

El tigre blanco

Este fin de semana estuve en Hong Kong (HK) y de ello os hablaré cuando tenga fotos. Aprovecho el vuelo para terminar de leer The White Tiger, una novela en forma de carta escrita por un picaro indio al presidente de la China, de donde procede la cita de arriba.

Aunque nadie pone ya en duda el futuro (presente ) poderío de ambas superpotencias, el debate China vs. India es recurrente en Bombay. Por un lado, China está más desarrollado, crece más rápido y atrae más inversión extranjera. China produce textil y hardware baratos, mientras que India es cada día más líder en TICs y finanzas.  India tiene democracia y libertad de expresión; facebook y youtube.

¿Viven mejor los chinos o los indios?

La ciudad de juguete

Imaginate que te encuentras un agujero con dinero, infinito y negro dinero. Como vives en el desierto, siempre de aquí para allá con tu jaima,  decides que  te vas a construir tu propia ciudad. Sin reparar en gastos, oiga.

Empiezas a construir y construir y construir. El olor del dinero cruza fronteras y llegan los sabuesos. Unos raquíticos y hambrientos; indios y pakis que, en oleadas, dejan su humilde origen en busca de comida para las bocas de su familia, que les espera en su tierra. Otros orondos y pomposos, con elegantes corbatas y lustrosas tarjetas de visita bajo el brazo. Todos ellos se cobijan al calorcito de tu megalomanía constructora que, como el dinero del agujero, no se acaba.

Así, construyes enormes hoteles y centros comerciales, con acuarios y zonas de esquí, piscinas sicodélicas y pistas hielo para patinar (¡En el desierto!); los arquitectos hacen su agosto diseñando hoteles imposibles en tu ciudad de juguete. Y tu quieres más.




Tú afan de autosuperación no tiene límite y pides edificios más altos que ningun otro jamás, centros comerciales más grandes, donde esten las marcas más exclusivas, archipielagos artificiales en forma de palmera, primero una y luego otra, más grande. Ahora una en forma de globo terráqueo.






Aquellos sabuesos, los flacos y los gordos, siguen viviendo en tu ciudad de juguete, al menos mientras manen tus petrodolares de la negra fuente.



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El sari rojo

El sari es la prenda típica de las mujeres indias; una tela de 4 metros que se enrollan Dios sabe cómo alrededor del cuerpo. Los hay de todos los colores y calidades y en general es una prenda muy elegante.

El sari rojo es la segunda novela del escritor español Javier Moro, que se hizo famoso al escribir "La pasión india".

Su última novela es una biografía de Sonia Ghandi, una italiana humilde que llegó a ser la mujer más poderosa de la India. En este sentido, el libro ayuda a entender la historia india desde los ojos de una joven europea que se enfrenta de golpe a un montón de tradiciones y costumbres tan diferentes.

Una novela histórica recomendable, de la que os dejo un par de citas majas:

Es un momento histórico por otra razón, cargada de un simbolismo que demuestra la diversidad de la India, su capacidad para la convivencia y su creciente movilidad social. Sonia Ghandi, criada como católica, cede el poder a un primer ministro sij, nacido en 1932 en una familia muy humilde del Punjab occidental, hoy perteneciente a Pakistán, y conocido por su irreprochable honestidad. Y lo hace en presencia de un presidente de la República musulmán llamado Abdul Kalam, nacido en una familia paupérrima y experto en física nuclear. Hace menos de un siglo, nadie hubiera podido imaginar que esto pudiera ocurrir en el país donde hasta hace poco el nacimiento, y no el mérito, determinaba el curso de la existencia. Y hace tan sólo un mes ¿quién hubiera podido predecir semejante ceremonia entre tres representante de religiones minoritarias?

Encontró un texto del Mahatma Ghandi a Nehru, que estaba entre los papeles de Indira: "No tengas miedo, pon tu fe en la verdad; escucha las necesidades de la gente, pero al mismo tiempo asegurate de que adquieres suficiente autoridad moral como para escuchar; sé democrático, pero valora la única aristocracia que de verdad importa: la nobleza de espíritu.

Lobster Party

Goa es el estado más pequeño de India y cae justo al sur de Maharastra. Fue colonia portuguesa durante tres siglos y de aquella época quedan iglesias, arquitectura, topónimos y apellidos como Gonzales o Da'Silva, muy populares en Mumbai.

Con sus playas limpias, cervezas a 40 Rupias (1/2 €) pescado fresco y vuelos baratos, Goa es el destino favorito de escapada de fin de semana de los Mumbaikers. Aún conocida como Goa Portuguesa, este oasis es un Torremolinos, un Sitges a la India.

Sin embargo, como tantas otras cosas en India, no es lo que te imaginas:

Ver vacas en la playa me habría sorprendido hace un mes. Ahora me parece normal. Y aunque hace tiempo que no como ternera, no estabamos en Goa para eso, sino para la Lobster Party (fiesta de la langosta, y lo que no es langosta):

Por la noche, vamos a una discoteca diferente. Se llama Silent Noise y tiene de especial que, en lugar de música a todo trapo, te dan unos altavoces. Hay tres DJs pinchando a la vez y con un botón en los cascos eliges qué canal quieres escuchar. Si te quitas los cascos, adios música.

Home, sweet home

Lo prometido es deuda, así que aquí tenéis algunas fotitos de mi nuevo hogar. Son de mi cuarto y del salón, respectivamente.

Esta última la saque de estrangis, pero si no la hago, no os lo creeríais. Esta es la "tienda" donde me hicieron copias de las llaves de casa. Nada de tornos de numérico, oiga. Con una lima va que chuta:

Como tantas otras cosas en India, las llaves no funcionan a la primera, asi que tengo que volver a la "tienda" a que me las repasen. ¡Que funcionen a la segunda es todo un éxito!

Los Principes en Bombay

El martes vinieron los principes a inaugurar el Encuentro Empresarial España - India. Esta visita me ha supuesto tres semanas de trabajar hasta tarde, fines de semana incluidos. Peeero, mereció la pena porque conseguí mi foto con el príncipe, junto a mis compañeros de la Oficina.

El templo de todas las religiones

El 80% de los indios son hindúes y en la India hay importantes minorias religiosas: 140 millones de musulmanes, 25 de cristianos, 20 de sijs, 8 de budistas y 4 de jainitas. Además hay otras minorias más minoritarias, como los judíos, los zoroastrianos o los Bahai.

Estos últimos, la segunda religión que más crece en el mundo, son los protagonistas de este artículo.Ellos y su templo de Delhi. Un templo construido para que los creyentes de todas las religiones pueden rezar juntos allí. Según los Bahai, Dios es el mismo en todas las religiones y no tiene sentido enfrentarse entre seguidores del mismo Dios

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¡Ya tengo casa!

Aunque ha sido una odisea, por fin tengo mi propia casa en Bombay. Os hago un breve resumen, porque es un buen botón de muestra de cómo funciona este país.

Airtel Delhi Half Marathon

Os conté que me había apuntado.

Pues bien, como todo en India, fue diferente a lo que te esperas. Entre los 30,000 participantes había de todo: descalzos, los que iban hablando por el movil mientras corrían, los que saltaban a cada cámara que veían, los sijs corriendo con su turbante,...

A pesar de todo, la carrera estaba muy bien organizada, con muchos avituallamientos (¡menos mal, que sino me da algo!) pero muy dura por el calor y, sobre todo, por la contaminación. Además el recorrido muy chulo, muchos jardines e incluso pasamos debajo de la Puerta de India, uno de los monumentos más famosos del país.

Aquí podéis encontrar un excelente reportaje sobre la carrera.