miércoles, 23 de junio de 2010

Mi primera experiencia Bolliwood

No, aún no he salido en una superproducción junto a Amitabh. Sólo he ido al cine a ver una peli de bollywood; la primera desde que vivo en India. Fue en Delhi, hace un par de semanas. La Marieta y yo nos metimos en la sala VIP, pagando eso sí y nos apoltronamos en unos butacones enormes donde nos sirvieron un cafelito como a auténticos marqueses.

Lo gracia de la peli está en que la protagonista, mexicana de origen uruguayo, habla casi toda la peli en Spanish y el resto trancurre entre inglés y hindi (20% apróx.). Como todas las pelis de Bollywood, Kites está dirigida a todos los públicos, lo que al final supone que el guión no puede ser muy complicado. Así pues, ese 20% en hindi no nos impide en absoluto entender el sentido de la película.

Eso sí, aunque el contenido dejara qué desar y la historia fuera manida, los efectos especiales no tienen nada que envidiar a Hollywood. Os dejo el trailer.



Por cierto, las malas lenguas de las señoronas hindúes dicen de esta actriz que ha venido a india a romper algún feliz matrimonio hindi. El que no se consuela, es porque no quiere...

Rafting en el Ganges

El pasado finde estuvimos en Risikesh, una ciudad sagrada en el norte de la India, donde los indios jóvenes van... a hacer rafting en el más sagrado de los ríos.


El viaje fue una odisea. Gracias a las lluvias torrenciales del monzón ya sobre nosotros (prometo dedicarles el post que se merecen); mi vuelo a Delhi salió con 4 horas de retraso. Si a eso le añadimos 8 horas de coche hasta Rishikesh, se entiende que llegaramos allí a las 8 de la mañana, justo a tiempo para desayunar en el hotel y preparnos para el río.


Antes del rafting, nos tocó el esperable traqueteo de una vieja camioneta por pistas de tierra, hacinados los seis en la parte trasera, junto a cuatro indios que tarareaban el estribillo de Kites, la última producción de Bollywood.


Tras casi 1h de viaje, llegamos a un recodo del río donde un montón de turistas (indios) esperaban junto a sus barcas. Para nosotros no iba a ser tan fácil; nuestro guía quería meternos a nosotros seis y a los cuatro indios en una barca para 8 personas.