Varanasi, a orillas del Ganges

Benares is older than history, older than tradition, older even than legend, and looks twice as old as all of them put together.

Benarés es más antigua que la historia, más antigua que la tradición, más antigua que la leyenda, y parece el doble de antigua que  todas ellas juntas.

Mark Twain

Casi sin preparar el viaje, nos vamos de finde a Benarés o Varanasi, la ciudad sagrada por excelencia, bañada por EL RIO con mayúsculas, el Ganges.

Con más de 3000 años de antiguedad, 3 millones de habitantes y un porrón de hippies europeos, japos y coreanos reéncontrandose a sí mismos, Varanasi es una ciudad fáscinante. Nos habían hablado tan mal de la porquería, el olor, el asco que da ver gente bañandose junto a las cenizas de las piras funerarias,...que sencillamente nos encantó Varanasi.

Acostumbrados ya a los estándares de higiene indios, Varanasi no es para tanto y, si superas esos rencores iniciales, te encuentras con la esencia de India, con India en estado puro; un estado del que, al fin y al cabo, esos estándares de limpieza forman parte (¡Gracias, Marta, por animarnos a que nos gustara!).

Restaurante de Varanasi con el reclamo "Sí, somos menos sucios..."

A mi Varanasi me encantó por un motivo particular: el tráfico, excepto motos y bicis, no puede entrar a la ciudad vieja. Esto hace de Varanasi un destino ideal para pasear tranquilamente, sin olvidar que estamos en India, claro.

Durante esos paseos, te asaltan locales, muy amables eso sí, que con la excusa de interesarse por tu vida y tu origen, acaban llevandote a sus tiendas, almacenes o talleres. Como podéis ver, nos dejamos llevar por uno de estos mozos, que nos muestra el taller familiar, con la esperanza de que nos llevemos uno o dos saris.



Cada día al alba y al anochecer hacen en los Ghats (escalinatas que bajan desde los templos al río) poojas (ofrendas a los dioses). Lo típico para la mayoria de indios, y por supuesto, para los turistas, es ver las ofrendas desde una txalupa en el Ganges. Y eso hicimos la tarde del sábado y la madrugada del domingo, como podéis ver.



Para pasear por Varanasi, y buscar la libreria de Alvaro Enterría, me imprimí en un ciber este post.
Y por supuesto y as usual, nuestro fin de semana en Varanasi está mucho mejor contado aquí.